Parmesano

El viernes cené con Carlos, quedamos para que me pasara los 5 litros de leche de vaca que acordamos, y aprovechamos la velada para recordar viejas experiencias de cuando Formatges Vilatzara se iniciaba como empresa. Teníamos un pequeño comercio, Can Canyas, donde elaborábamos butifarras crudas y cocidas, croquetas, algunos platos para llevar, los mejores embutidos, quesos  y por supuesto, vinos y cavas de primerísima calidad. Un buen día, entró a la tienda un chico italiano que nos propuso que vendiéramos productos italianos, pasta fresca, bases de pizza margarita para montar, lambruscos, mortadelas, antipastos y varios quesos. Los quesos que nos gustaron más, de cara a montar pizzas, fueron la gorgonzola, la mozzarella di bufala en trenza,  el taleggio y el parmesano grana padano de 30 meses.

En el caso del parmesano fue curioso el tema. Él nos propuso comprar un queso entero y que lo fuéramos cortando directamente al cliente. Con la compra del primer queso nos regaló un juego de herramientas para hacer el corte italiano y por supuesto, nos enseñó cómo cortarlo, lo que nos entusiasmó…

Pronto aprendimos a cortarlo y fuimos nosotros mismos los que empezamos a venderlo por tiendas

gourmet de la comarca. La clave estaba en exhibir la pieza varios días con un cartel que anunciaba el día y la hora en la que abriríamos el queso. La verdad es que asistir a la apertura de semejante queso es todo un espectáculo.....­­

Las cuñas de 300 gramos se vendían a medida en que se iban cortando, las envasábamos al vacío y se colocaban en una cesta de mimbre justo al lado de una mitad del queso. El aroma que se desprendía por toda la tienda a parma, emborrachaba a los clientes y no podían resistir la tentación. Hacíamos lo mismo en ferias comerciales por toda Catalunya.

Después de la experiencia vivida con este gran queso, considero que es el número uno en el ranking de los mejores quesos del mundo, sin duda.